La única forma de cuidar nuestros recursos es pensar en ciudades sostenibles que se ajusten con el entorno. No solo hablamos de espacios verdes, sino de reducir al mínimo la contaminación acústica y reciclar para evitar la proliferación de residuos. Los edificios se diseñarán de tal forma que sean eficientes energéticamente aprovechando los recursos naturales disponibles (luz solar, viento o lluvia).
Fomentar la cultura de la sostenibilidad es fundamental para el buen desarrollo de las ciudades del futuro; Reykjavik es la capital europea considerada como modelo de eficiencia energética, cubriendo su demanda casi en un 100% con energías renovables. Ubicada en el país de “la tierra del fuego y el hielo”, la isla se encuentra en una zona volcánica muy activa que le permite aprovechar la energía geotérmica; los glaciares cubren el 11% de Islandia y su deshielo estacional aumenta el caudal de los ríos que acaban en el mar, impulsando los recursos hidroeléctricos; la energía eólica, aún por explotar, tiene un potencial enorme.
Estocolmo es otra de las ciudades más sostenibles a nivel mundial gracias a sus ecobarrios, que se caracterizan por aprovechar la sombra de los árboles y plantar jardines con especies nativas. También instalan paneles solares en las viviendas y usan maderas en la construcción obtenidas en bosques bajo criterios de sostenibilidad. Singapur penaliza el uso del vehículo privado en favor del transporte público o compartir coche para reducir las emisiones de CO2. Pretende que el 80% de los edificios sean ecológicos en 2030, además de contar con un índice de arbolado de casi un 30%, el más alto de una ciudad en el mundo.
En Latinoamérica, Santiago de Chile apuesta por la conectividad para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, convirtiéndose en una Smart City con una importante inversión en 5G. Harán realidad las casas inteligentes reduciendo el impacto de la huella de carbono gracias al internet de las cosas y la inteligencia artificial.
Nubeprint defiende su fuerte compromiso con la sostenibilidad tanto en el ámbito laboral como tecnológico. Los empleados trabajan 100% en remoto, ahorrando combustible y reduciendo las emisiones de CO2 a cero, y conocen perfectamente la App de Nubeprint ya que ellos mismos se la bajan para que sus impresoras estén monitorizadas y nunca les falte el consumible. Nuestros clientes reducen los costes de impresión eliminando el desperdicio, impulsan la economía circular del cartucho y optimizan la vida útil de la impresora. Trabajando juntos, juntos aportamos nuestro granito de arena hacia la consecución del impacto neutro y por el camino aprendemos a reducir los costes y ganamos en productividad.
Fuente: bancopopular.ciudades sostenibles – gruponovelec.com/energias-renovables – un.org/es/chronicle/article/la-historia-de-la-energia-sostenible-en-islandia – Nubeprint