Más de la mitad de las empresas perderán parte de su personal más valorado si no ofrecen el teletrabajo.
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El 74% de las empresas han comprobado que la productividad del “trabajador remoto” ha aumentado en un 27% en promedio. Paradójicamente, aún hay departamentos de Recursos Humanos que insisten en que el teletrabajo es una moda pasajera. Lo cierto es que actualmente solo un 20% de los empleados que venían trabajando desde casa han tenido que regresar en tiempo presencial completo a la oficina.
A pesar de que la gran mayoría de los directivos consideran que los trabajadores deberían optar al trabajo flexible desde el primer día, solo un tercio de las compañías creen estar preparadas para ello. Casi la mitad reconocen que pueden asumirlo a corto plazo pero que no podrán implementarlo definitivamente. Las grandes empresas en su mayoría ya han adecuado su política haciendo oficial el modelo híbrido. Otras anuncian que están rediseñando las oficinas para que el trabajo presencial se asemeje lo más posible al remoto. Uno acaba preguntándose si están instalando la cama, la cocina y el cuarto de los niños para que el trabajador pueda trasladar a la familia. Desde el punto de vista del empleado, se echa en falta una normativa clara sobre cuántos días hay que ir a la oficina y cuántos podrían desarrollar su jornada laboral desde casa.
La salud mental tampoco ha sido un factor menor, y más con la pandemia. Aunque un 64% de las empresas reconocen el deber moral de que sus empleados no estén conectados a todas horas, apenas la mitad ha tomado medidas para evitarlo, lejos de la desconexión digital saludable. Sin embargo, las empresas con larga tradición en el modelo híbrido, saben que el equilibrio de alcanza tras un proceso de aprendizaje tanto del trabajador como de su manager.
Está claro que cada vez se tiende más al teletrabajo y que el empleado necesita herramientas para ejercer la actividad desde casa, como un portátil, un monitor y, con frecuencia, una impresora. Es fundamental que los recursos que la empresa facilita no supongan distracciones innecesarias. En el caso de la impresora, el trabajador debe tener la tranquilidad de que el equipo siempre se encuentra en condiciones de imprimir. Por ello las empresas deben utilizar la tecnología disponible. La App Nubeprint permite la monitorización en remoto de las impresoras en el hogar del empleado. Instalada en el móvil del teletrabajador, o en su Chromebook, la app permite a la empresa y/o al proveedor de ésta recibir en el momento adecuado la alerta para enviar el cartucho, o la alerta técnica proactiva que evite que la impresora no pueda imprimir.
Fuente: cincodias.elpais.com, Nubeprint