Desde un punto de vista medioambiental, los consumibles originales y alternativos gastan la misma huella de carbono.
Hoy en día, los clientes quieren que los productos sean ecológicos, asequibles y de alta calidad pero comprometidos con el impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente. La paradoja se produce ante la falta de conocimiento de los usuarios y fomentada maliciosamente por la industria que busca confundir conceptos como originales, clones, remanufacturados, rellenados y piratas.
Si le preguntamos a un grupo de compradores de consumibles para impresoras cómo definirían un producto “original”, la respuesta inmediata es que es un producto “nuevo y de la misma marca de la impresora“. Pero eso no es necesariamente así, porque grandes marcas como Lexmark, Xerox y otras, tienen programas de retorno y remanufacturación, y venden como original su producto con independencia de que sea nuevos o remanufacturado.
Las marcas lanzan planes contra la piratería usando términos tales como: consumir productos no originales causa daños en las impresoras que no serán cubiertos por la “garantía de la marca“.
Un producto clon es alternativo pero también es nuevo y gasta la misma huella de carbono que un original nuevo en su producción, y aquí sí tienen razón las marcas en cuidar el uso de sus patentes porque el suministro no tiene el mismo estándar de calidad y puede dañar efectivamente el uso de las impresoras. Además del daño generado por la fabricación de calidad inferior, muchos clones no cumplen con el rendimiento que afirman tener.
Para garantizar la mayor sostenibilidad se deben utilizar cartuchos remanufacturados o remanufacturables. Así lo han entendido las legislaciones de Francia, Italia y de Islas Baleares en España.
Fuente:Imprime Verde, Nubeprint