El Covid-19 ha obligado a los equipos de TI (tecnología de la información) y a los líderes empresariales a replantearse el dónde y cómo trabajarán sus empleados. Con la nueva normalidad ya en marcha, pero desafiada por las variantes Delta y Ómicron, muchas organizaciones todavía están tratando de determinar cómo será su futuro modelo de trabajo híbrido; datos de encuestas recientes del International Data Corporation (IDC) muestran que la estabilidad y la geografía definirán el equilibrio de las estrategias de trabajo futuras.
A nivel mundial, todavía se espera que las oficinas físicas sean la ubicación dominante para el trabajo, ya que las organizaciones se encuentran en un entorno más estable, pero no están libres de contagios. Sin embargo, se espera que la combinación de trabajadores de oficina, remotos, fuera de la oficina y de campo varíe de una región a otra. Los trabajadores de Asia / Pacífico, por ejemplo, tienen más probabilidades de optar por el espacio físico de la oficina como un lugar de trabajo principal en comparación con los Estados Unidos y Europa, Oriente Medio y África (EMEA). En EMEA, donde una proporción mucho mayor de encuestados (27%) prefiere trabajar desde casa o en lugares remotos como su ubicación principal de trabajo.
Trabajar principalmente dentro de las instalaciones de oficinas, aunque es una opción dominante, formará parte de una combinación híbrida que se adaptará a los desafíos nuevos e imprevistos de la inestabilidad organizacional, política, social y de salud.
Otro aspecto importante de estas estrategias de trabajo híbrido, es el esfuerzo por lograr la “paridad de experiencia”, es decir, una experiencia de empleado, donde la fuerza laboral híbrida garantice que todos los trabajadores interactúen de forma segura con los recursos corporativos en un contexto coherente en todas las ubicaciones; es de dominio popular que la mayoría de las organizaciones aún no han logrado la paridad en la experiencia, casi la mitad de las empresas encuestadas por el IDC indicaron que sus tecnologías, políticas y procesos de trabajo híbrido estaban “en progreso” con la mayoría de los recursos clave disponibles para los empleados remotos.
La inversión en tecnologías digitales y de transformación del trabajo está en línea con los imperativos de la organización en torno a la mejora de la nueva normalidad empresarial y el aumento de la productividad de los empleados.
Fuente:IDC, Nubeprint